En los últimos años, el aula invertida o flipped classroom ha ganado popularidad entre los profesores y los administradores escolares. Según estudios recientes, 1 de cada 5 profesores está considerando «dar la vuelta» a sus clases, con 1 de cada 4 administradores escolares interesados en implementar esta tendencia. Pero ¿qué es exactamente una flipped classroom?
En las flipped classrooms, también conocidas como aulas invertidas, los deberes de los alumnos son repasar las materias antes de la clase. El tiempo en clase se dedica a las discusiones, los ejercicios interactivos y el trabajo independiente que se hubiera completado previamente en casa o en la biblioteca. Todo ello bajo la guía del profesor, que está presente y disponible para responder a cualquier pregunta que pueda surgir.
Las materias revisadas antes de la clase pueden tomar forma de conferencias, vídeos, tareas de lectura o cualquier material que el profesor asigne como relevante para el tema en cuestión.
¿Por qué cada vez más profesores se inclinan por las flipped classrooms?
Lo que hace que el aula invertida sea tan convincente para muchos instructores es la mejora en la experiencia del estudiante. Al «dar la vuelta» a las clases, los educadores pueden mejorar la experiencia en el aula de varias maneras:
La clase invertida permite a los estudiantes consumir materiales de clase a su propio ritmo
A diferencia de las clases tradicionales en las que los estudiantes deben seguir el ritmo del instructor, en las flipped classrooms los estudiantes pueden rebobinar y reproducir el vídeo tantas veces como sea necesario para mejorar la comprensión de los conceptos que les resulten más difíciles.
Los estudiantes aplican nuevos conocimientos utilizando al instructor como recurso
En los entornos de aula tradicionales, los estudiantes generalmente aplican nuevos conocimientos por su cuenta a través de los deberes. Hay dos problemas con este enfoque tradicional:
- Los estudiantes en casa generalmente no tienen acceso a recursos para ayuda o preguntas si surgen problemas.
- Cuando los estudiantes entregan los deberes incompletos o con errores, los profesores tienen poca información sobre lo que salió mal.
Al hacer los deberes en clase, los estudiantes pueden obtener la ayuda que necesiten rápidamente, y los maestros pueden identificar áreas problemáticas comunes para ajustar el material en consecuencia.
«Dar la vuelta» a las clases funciona
Un número creciente de estudios muestra que las aulas invertidas pueden mejorar el rendimiento estudiantil en casi cualquier materia. Según Flipped Learning Network, el 71% de los profesores que «dieron la vuelta» a sus clases notaron mejoras en las calificaciones y el 80% reportó una mejora en las actitudes de los estudiantes. Además, el 99% de los maestros que «voltearon» sus clases dijeron que volverían a hacerlo el año siguiente.
Para los educadores que planean sumarse a esta tendencia, una pregunta que debe resolverse es la tecnología necesaria para entregar el contenido del curso a sus estudiantes. El vídeo juega un papel muy importante en la mayoría de las flipped classrooms, y como tal, las escuelas deben considerar las plataformas que van a ser utilizadas para transmitir contenido de vídeo a sus estudiantes. Sin un plan para gestionar los aspectos técnicos de la gestión de un aula invertida, los educadores se arriesgan a limitar los beneficios de este nuevo estilo pedagógico.
Fuente: Panopto