El Nobel de Física 2017 ha sido concedido a Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne por la deteccción y observación de ondas gravitacionales con la colaboración LIGO, que ya fue considerado el Descubrimiento del Año en 2016 para la revista ‘Science’.
¿De donde vienen?
Los agujeros negros son la principal fuente de estas ondas, pero hay muchas otras, como las estrellas de neutrones.
Pero.. ¿qué son?
Las ondas gravitacionales son vibraciones en el espacio-tiempo, el material del que está hecho el universo. En 1916, Albert Einstein reconoció que, según su Teoría General de la Relatividad, los cuerpos más violentos del cosmos liberan parte de su masa en forma de energía a través de estas ondas.
¿Y por qué son tan importantes?
Abren una nueva era en el conocimiento del universo. Hasta ahora toda la información que tenemos del cosmos (solo conocemos el 5%) es por la luz en sus diferentes longitudes de onda: visible, infrarroja, ondas de radio, rayos X… Las ondas gravitacionales nos dan un sentido más y permiten saber qué está pasando allí donde hasta ahora no veíamos nada, por ejemplo, en un agujero negro.
La intensidad y la frecuencia de las ondas permitirá reconstruir qué sucedió en el punto de origen, si las causó una estrella o un agujero negro, qué propiedades tienen esos cuerpos y entender mejor esas tempestades en el espacio-tiempo de las que habla Thorne.
Vamos, que nos ayudarán a entender el origen del universo, aunque no sirvan para decirnos hacia dónde vamos, eso depende a corto plazo exclusivamente de nosotros. Y no vamos muy bien que digamos pero confío en vosotros. Cambiaréis el mundo, estoy seguro #nosvemosenclase 😉